Microchip
¿quién soy?
¿de dónde vengo ?
¿dónde voy?
En caso de pérdida, cualquier mascota es llevada a un centro veterinario o al centro de acogida municipal, donde se escanea al animal en busca del microchip, y una vez encontrado, se contacta con la AIAC para darle el número y que se ponga en contacto con el propietario.
El microchip es el sistema de identificación de mascotas, que la ley obliga como medida para evitar abandonos y facilitar la recuperación del animal en caso de pérdida. Viene a ser el DNI de nuestros animales de compañía. Este dispositivo, del tamaño de un grano de arroz, se coloca debajo de la piel, normalmente en el cuello, y mediante un lector se puede detectar y leer el código. Este número está registrado en el AIAC (Arxiu d'Identificació d'Animals de Companyia) junto con los datos del propietario y de su mascota, y el veterinario que ha introducido el microchip.
En caso de pérdida, cualquier mascota es llevada a un centro veterinario o al centro de acogida municipal, donde se escanea al animal en busca del microchip, y una vez encontrado, se contacta con la AIAC para darle el número y que se ponga en contacto con el propietario. Éste posee unos documentos que certifican que es el dueño de la mascota, y unos códigos de barras que se enganchan en la cartilla sanitaria de vacunaciones y en el pasaporte, evitando así, que cualquier persona reclame erróneamente.
Cualquier cambio de teléfono, de dirección o del nombre del propietario, tiene que ser notificado a la AIAC, de manera que el registro sea actualizado, y funcione correctamente en caso de necesitarlo. En raras ocasiones, el microchip no funciona, y es por eso que conviene comprobar su eficacia cada vez que visite a su centro veterinario. Mediante una radiografía, también es posible detectar su presencia, en caso de que se hay desactivado.
Si su mascota se extraviara y fuera acogida por otra familia, el veterinario se daría cuenta de que los nuevos dueños no corresponden con los del registro, ya sea mediante la cartilla sanitaria o por el historial (perro que ha sido adoptado recientemente, sin cartilla sanitaria previa). También es muy útil para mascotas con pedigree, certificando su identidad y la de sus ancestros, o para las campañas de medicina preventiva y control de enfermedades.
Es un acto de responsabilidad civil, que permite controlar la población de mascotas, y evita el abandono. De todas formas, una chapa identificativa en el collar, con su número de teléfono, facilita aun más las cosas, si la persona que la encuentra simplemente le llama. Pero es algo externo que se puede perder o pueden quitar, y no es tan fiable como el microchip. Éste es seguro, no da problemas al animal y dura toda la vida.
Ramon Gayo Veterinario